"SE DICE DE MÍ"
Hola, me llamo Zarha Elizabeth Viafara Pulido, soy del curso 1005. Hoy voy a hablar un poco de mi vida y de mi trayectoria hasta ahorita:
Nací el 29 de abril de 2009 en Facatativá Cundinamarca, tengo 15 años. He estado en diversas escuelas de formación deportivas, como son el ballet, patinaje artístico, gimnasia, entre otras; entré a ballet a los 9 años y me salí a los 11 años, durante ese tiempo, me fue muy bien, me gané una beca completa para todo un año y avancé de nivel, quedando con lo básico del ballet. Mi madre ha estado presente en cada proceso, apoyándome y dándome lo que necesito, se preocupa por mis cosas y aunque cambie de gusto me vuelve a apoyar. Estudié en la I.E.M John Fitzgenerald Kennedy en grado primero, después nos vinimos a vivir a Madrid, en la que estudié en el colegio María Teresa Ortiz hasta grado séptimo, y actualmente estudio en la I.E.D Tecnológico de Madrid cursando grado décimo.
Todavía me gusta el ballet, es una de las cosas que amo, pero la que me apasiona es el patinaje artístico, y mi meta es ser profesional y conocer a Anna Shcherbakova. Desde siempre me fijé en el patinaje, los saltos que hacen lo grandes patinadores, como loop y toe loops, y me encantó la combinación que se genera con la velocidad, movimientos de brazos, expresión corporal, actitud, vestuario, baile, porque muestra todo el esfuerzo que hizo el patinador para lograrlo, la dedicación y el tiempo que llevó, entonces, yo al ver eso, me enamoré del patinaje, y al patinar me siento muy bien y lo disfruto. Cada vez que aprendo algo nuevo, tengo más posibilidades de moverme mientras patino y me siento libre. Siento que el ballet y el patinaje se complementan muy bien, logran enamorarme al juntarse ambas, porque el ballet es delicadeza y elegancia, altura y equilibrio, y sobre todo interpretación; y el patinaje además de incluir lo anterior, incluye fuerza y velocidad. Además me gusta escribir y tocar piano.
En la pandemia, aunque fue un cambio muy brusco, me fue mejor que cuando no había pandemia. En la escuela, logré entender los temas sin preocuparme, y también aprendí a copiar rápido, no a todos les pareció igual, pero a mí me gustó porque ya no me estresaba en el estudio, sin embargo se me hizo que cada profesor dejaba exceso de tarea y para terminarlas me tocaba quedarme hasta tarde haciéndolas, además no explicaban los temas y solo lo manejaban por talleres y en el mismo taller se encontraba los conceptos de lo que estuviéramos viendo, pero yo no entendía. Por otra parte, fueron dos años difíciles en el que no podíamos salir y teníamos que tener muchas medidas de protocolo, daban gripas que podíamos confundirlas con el COVID, y vivíamos en un constante encerramiento. Las clases de ballet que tenía eran virtuales, y el segundo año de COVID por fin se logró presencial, un avance que también tenía muchas medidas, el profesor no se podía acercar a ninguna niña a explicarle cada paso, sino que era con tapabocas y un alejamiento entre cada persona.
Ahora voy a hablar de mi familia:
Mi familia es pequeña, mi mamá se llama Eyda, es una mujer muy bonita, con estudios, con valores y trabajadora, que hace de todo para mantenernos bien. Mi hermano se llama Pablo es joven y es músico, trombonista de varias orquestas, bandas y sinfonías, y estudia en la universidad. Mi hermana se llama Angelica, también es bonita, buena persona, siempre protectora y trabajadora. Todos nos queremos mucho, y siempre nos ayudamos entre sí, y nos apoyamos así tengamos diferentes metas, estamos enfocados en el camino que queremos escoger y caminando hacia allá.
Sigue adelante, las lágrimas no puden caer para siempre.
Anónimo
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